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Bonifacio Gil García, el
militar riojano de Santo Domingo de la Calzada llegado a Badajoz en 1924
al ganar por oposición el puesto de Director de la Banda del Regimiento
de Infantería de Director de la Banda del Regimiento de Infantería de
Castilla 16, es nombre inseparable de la recuperación del folklore
tradicional de la Baja Extremadura, a cuyo rescate del olvido dedicó los
veinte años que permaneció en esta ciudad.
La mitad de ellos ayudado
de modo sustancial por la Sección Femenina, que de modo incansable
recorrió uno a uno con sus Cátedras Ambulantes hasta el último rincón de
esta tierra para recuperar los viejos cantos, danzas y romances, muchos
a punto de perderse de modo definitivo, que tras su marcha continuó su
obra eficazmente, fruto de cuyo esfuerzo fueron aquellos populares Coros
y Danzas que llevaron a medio mundo el nombre de Extremadura.
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Nombres que no pueden silenciarse como protagonistas de aquella hermosa
tarea son los de Manuel Núñez, Marieta del Cid, Vituca Fernández, Maruja
Retamar, María Carbonell, y tantos otros, hoy injustamente olvidados, al
igual que el acervo cultural que recuperaron y pusieron en valor.
Aunque
Bonifacio Gil fue un magnífico director de la banda del regimiento no se
quedó solo en eso, sino que fue mucho más, expandiendo su trabajo como
musicólogo y folklorista más allá del ámbito militar. No solo como
recopilador del folklore, que por sí solo bastaría para darle lugar de
honor entre los paisanos distinguidos, sino en otros muchos logros
igualmente inseparables de la ciudad.
Como
por ejemplo el Conservatorio de Música y su Orfeón, de cuya creación en
1927, en tiempos del Presidente Sebastián García Guerrero, fue impulsor
fundamental junto con Manuel Saavedra y otros badajocenses amantes de la
cultura. El modesto centro del que él mismo fuera primer director, es
hoy el pujante y prestigioso centro del que Badajoz se siente
orgulloso.
Miembro destacado también del Centro de Estudios Extremeños y del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Premio Nacional de
Música en 1932, musicólogo de prestigio a nivel nacional e
internacional. Académico de la Historia, Director de la Sociedad Coral
de Villafranca de los Barros y Sociedad Filarmónica de Olivenza, autor
entre otras obras del
Cancionero Popular
de Extremadura, o Romances Populares Extremeños, en los
que se recogen más de un millar de canciones y romances, Bonifacio Gil
representa un verdadero lujo para Badajoz, que con toda justicia lo
nombró en 1945 Hijo Adoptivo de la Ciudad.
Periódico HOY, del día 11-11-2003. |