Hace aproximadamente un
año, un día de las navidades pasadas, en el local que los
Mayordomos de la fiesta de Jarramplas de la edición de 2003, Dani y
Fiti, habían habilitado como lugar para llevar a cabo los
preparativos de la fiesta, es decir, hacer las máscaras, dar los
retoques pertinentes a las protecciones, preparar tamboriles y
cachiporras, etc., unas cuantas mujeres, pertenecientes al
grupo que habrían de cantar la Rosca ese año, tomaban la
decisión de que la canción Los labradores sería la que se llevaría
en la ronda del mediodía del 20 de enero, es decir, en la ronda de
Jarramplas.
Se manejaron aquel día
más de cuarenta canciones de ronda recogidas en Piornal y
transcritas en un volumen, no publicado, que en su tiempo doné a la
biblioteca del pueblo. Ambos Mayordomos, más preocupados de otros
asuntos relacionados con los preparativos de la fiesta, delegaron
toda la responsabilidad de tal toma de decisiones en el grupo de
mujeres, entre las que se encontraba Beatriz, la mujer de Jarramplas,
que fue lógicamente una de las que se decantó por esta canción.
Los labradores, en
la versión rondeña elegida perteneciente al repertorio tradicional
piornalego, presenta una melodía y un texto en el estribillo
extremadamente popularizados, ya que con prácticamente ninguna
variación se puede igualmente encontrar en cancioneros de Castilla
y León o de Castilla La Mancha, por ejemplo.
Menos
popularizada y extendida tenemos en Piornal una
versión de Los labradores, de carácter romancístico, más
lenta en su interpretación, ajustada a la forma estrófica y no a la
de copla-estribillo, más común en este tipo de canciones en Piornal,
que aunque no se distingue por ser una canción típica para
proyectarse en ambientes festivos y de exaltación de la alegría,
resulta de una gran belleza. |