ESTUDIO POR ÉPOCAS: MEDIEVAL

CANTIGA DE SANTA MARÍA MANDADAS RECOPILAR POR ALFONSO X “EL SABIO”.  SIGLO XIII

CANTIGA Nº 144: “El Toro de Plasencia”
 

Cuenta cómo en una corrida de Toros, celebrada en las fiestas de Plasencia, un hombre se encontraba dentro de la plaza, sin  darse cuenta de que el toro iba a embestirle, un amigo suyo que estaba viendo el peligro que corría. Invocó a la Virgen Santa María y según el toro iba a cornear al hombre, se desplomó al suelo y después ya se hizo manso el animal.

Esta imagen corresponde al facsímil que se encuentra en la Biblioteca Municipal de Cáceres, en la Sección de Investigadores.


EL TEXTO DE LA CANTIGA

Est é cómo Santa María guardóu de morte un ome boo en Prazenza dun touro veera polo matar.

 

Con razón é d´averen gran pavor as bestias da Madre daquel Señor que sobre todas cousas á poder.

Con razón las bestias tienen gran pavor de la Madre de aquel Señor, que tiene poder sobre todas las cosas


E dest´ un gran miragre foi mostrar    
Santa María, a Virgen sen par,
en Prazenza, per com´ oý contar
a omees boos e de creer.
Con razón é d´averen gran pavor...
 

E retraýan o miragr´ assi:

que un ome boo morava ý

que esta Sennor, com´ eu aprendí,

sabía mui máis d´ al ren ben querer.

Con razón é d´averen gran pavor...
 

A quen quer que lle veese pedir

algo por ela, logo sen falir

llo dava sen delongar nen mentir,

ca non quería per ren falecer.
 

Con razón é d´ averen gran pavor...

 

Y de esto un gran milagro hubo de mostrar Santa María, la Virgen sin par, en Plasencia, según he ido a contar a hombres buenos y de creer. // Y contaban este milagro así: que un hombre bueno allí moraba y que a esta Señora, como he aprendido, sabía querer mucho más que cosa alguna.// y a quienquiera que viniese a pedirle algo por Ella, luego sin falta, se lo daba, sin demorar ni mentir, porque no quería, por nada, faltarle. // Y ayunaba bien en sus vigilias y de sus horas no dejaba nada que no oyese, porque ponía todo su sentido en lo que pudiera complacerla. //

Por donde, un caballero de la villa se casó bien y mandó traer toros para sus bodas, y apartó uno de ellos, el más bravo, que mandó correr // en una plaza grande que hay allí delante de la casa del hombre buen del que os he hablado. Pero él no se pagaba de ir allí ni de verlo. // Pero este hombre tenía un compadre suyo, de nombre Mateo, que envió por él, como he sabido para cosas que quería decirle. // y él salió para ir allá  y el toro se dejó ir, de rondón, para herirlo, muy felón, metiéndole los cuernos por las espaldas. // Y el clérigo, cuando esto vio, desde una ventana, pidió merced a Santa María, y no le falló, pues luego vino a valerle, // y de tal manera lo socorrió, que el toro luego cayó en tierra y extendió las cuatro patas, así como así. // Y yació de aquella manera hasta que el hombre estuvo en el portal de la casa de su compadre, a la que no llegó mal, y donde lo acogió él. // Y el toro se levantó que no llegó mal, y donde lo acogió él. // Y el toro se levantó entonces y nunca hizo luego daño a nadie, por el poder de la señora de Prez, que nunca deja que los suyos reciban daño.

LAS IMÁGENES (EN VIÑETAS)  DE LA CANTIGA 144

 

LA PARTITURA EN NOTACIÓN CUADRADA DE LA MÚSICA.

Transcripción de Pilar Barrios (cotejada con la de Llorens)

Forma: virelai

Ritmo: dactílico de III modo

Modo: re con el si bemol

Estrofas: doce.

Estructura musical exclusiva.

Melodía de estilo gregorianizante

Esquema de la interpretación: E-C1-E-C5-E-C6-E-C7-E-c-Cd8-Cd9-Cd10-E-Cd11-C11-C12-E.