FUENTES

Los instrumentos tradicionales extremeños en los textos de las canciones. 
Sebastián Díaz Iglesias


Una primera aproximación a los instrumentos tradicionales extremeños surge de su presencia en las coplas de las canciones que se han cantado en esta tierra. Sirvan estos ejemplos como introducción al mundo de la organología extremeña.

De la pipa de un melón

salieron siete guitarras

y las tocaba un ratón

a la sombra de una parra.

Tamboril, tamborilito

yo te tengo que romper

que a la puerta de mi novia

no quisiste tocar bien.

Al que toca la guitarra

tres puñalás le daré

y los cuchillos serán

los pechos de una mujer.

Tiene boca y sabe hablar

el tambor que toco

para ayudarme a llorar

sólo le faltan ojos

Todos los que cantan bien

se arriman a la guitarra

y yo como canto mal

ni me arrimo ni me llaman.

Mal rayo quien me enseñó 

a tocar el almirez, 

que por un cacho cobre 

tengo mi mano a perder.

Para cantar tener voz

y para bailar salero,

y para tocar la guitarra

saber menear los dedos.

Este rabel pide vino

y las cuerdas aguardiente

y el mocito que las toca,

mocitas de quince a veinte.

Dale compañero, dale

a la guitarra que suene,

que está muy lejos la cama

donde mi morena duerme.

Con el rabelillo

perdí las cabras

con el rabelillo

volví a encontrarlas.

Qué bonito está el tejado

con la sombra de la parra

más bonito está el jilguero

y debajo su guitarra.

Como vives enfrente

de la botica

suenan los almireces

cuando repican.

Las cuerdas de mi guitarra

ya te diré las que son

María, Teresa y Juana

Dolores y Encarnación.

Y sonaban la campanillinas

con el din guilindín guilindín/guilindón

y sonaban las campanillinas

debajo de tu mandil/faldón.

Por Dios te pido guitarra

que no se rompa la prima

que parece que se rompe

el corazón de una niña.

Toque, toque, toque el tambor,

suene, suene, suene el laúd,

toquen las panderetas

porque ha nacido el niño Jesús.

En el barrio de los Pinos

dicen que no vive nadie,

viven Consuelo y José

y una guitarra muy grande.

Viva, viva la flor de la oliva,

viva, viva, la flor del romero,

la flauta, el violín,

la pandereta y los hierros.

Cuando oigo una guitarra

dejo cama y dejo sueño

y me voy por esas calles

a disfrutar de mi genio.

Arriba la mocedad

que es la que divierte al pueblo

la guitarra y la bandurria

la pandereta y los hierros.

Tengo un cortijo con parras

y una guitarra galena,

y agua fresca en una jarra

pa que beba mi morena.

Toque la pandereta,

suenen los ruidos,

que el Niño de María

ya está nacido.

Cuando oigo una guitarra

me entran ganas de llorar,

me acuerdo de Villanueva,

la tierra de mi soñar

Y en nuestra majá

de Extremadura,

hacemos jolgorio con la zambomba

con el almirez, con panderetas.

Al que toca la guitarra 

del cielo le caiga un rayo 

y se le vuelva una niña 

de catorce a quince años.

Dale a la zambomba

verás cómo suenan

los cascabelillos

de Nochebuena.

Dame de tu pelo rubio

cuerdas para mi vihuela

que se me ha roto la prima

la segunda y la tercera.

La zambomba está rota,

se sale el aire,

a Sevilla a por otra

que esta no vale.

 Una primer análisis a estas letras nos permite realizar algunas aseveraciones como:

  • La guitarra, a tenor de su presencia en los textos de las canciones extremeñas, es posiblemente el instrumentos más importante de la música de tradición oral de esta comunidad.

  • Se observa en el cancionero cierto dominio en el empleo de léxico organológico específico (se nombran por ejemplo las cuerdas -prima, bordón, etc.-)

  • La zambomba y la pandereta son instrumentos fundamentalmente ligados a los cantos navideños.

  • A veces se utiliza un término genérico (como “hierros” asociado a instrumentos de timbre metálico: cayado de hierro, almirez, caldero, etc.), mezclado con otros de categorización más específica (bandurria, guitarra, pandereta).


  • En un plano más antropológico cabe destacar tipos de bebidas habituales de la forma de vida tradicional extremeña (vino y aguardiente), así como la dependencia en aspectos comerciales de ciudades de otras regiones (Sevilla).

  • La frecuente utilización de estos instrumentos en las canciones de ronda en su acepción originaria de ronda a la mujer, así como el empleo habitual en los textos de las canciones de la metáfora entre instrumentos y la mujer, o partes de ésta.

Además de estas breves consideraciones que podrían ampliarse a muchas más, recogemos a continuación una sencilla clasificación de los instrumentos extremeños, con un carácter etnomusical, en la que si bien no están todos  los que son, sí podemos decir que son todos los que están.

  1. Materiales no fabricados propiamente para ser usados como instrumentos musicales y que, en un momento dado, se utilizan como tales.

1.1. Útiles de cocina:
Almirez, badil, caldero, cántaro, cucharas, mortero, morteruelo, sartén con llave, sartén con cuchara y dedal, tapaderas de asa fija, tapaderas de asa al aire, tenazas, botella de anís, vasos.

1.2. Útiles de trabajo:
Bardón y lavija (partes del arado), cencerros, cuernos/as, esquilas, reclamos, campanillas, cascabeles, collera de cascabeles, tabla de lavar, tijeras de esquilar.

1.3. Otros:
Bastón, cayado de hierro, carraca, matraca, campanas, hoja.

  1. Instrumentos fabricados para su utilización como tales

2.1. Instrumentos clásicos de uso tradicional:
Acordeón, guitarra, laúd, bandurria, mandolina, trompeta, violín.

2.2. Instrumentos tradicionales fabricados por un especialista:
Rabel, gaita extremeña (flauta de tres agujeros), guitarrón, guitarrillo o guitarro, panderos cuadrados y redondos, pandereta, tamboretilla, tamboril, tambor, zambomba, vihuela. 

2.3. Instrumentos tradicionales permanentes de fabricación casera:
Huesera, cañera, castañuelas, tamboril, tejoletas (de madera y de pizarra)

2.4. Instrumentos tradicionales fabricados para la ocasión:
Caña rota, nuez, flauta de espiga, turuta, mirlitón (flauta de Bartolo), zambomba de niño (bote, tripa de la matanza y paja de centeno).

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