LA INTERPRETACIÓN DE MÚSICA DE AUTORES EXTREMEÑOS
Juan Sebastián Solana
Esta Ponencia fue presentada al I Congreso de Música y Educación Musical en Extremadura, celebrado en Cáceres durante los días 4, 5 y 6 de abril de 2001 en el debate: La música profesional y no profesional. Orquestas y agrupaciones musicales.
La invitación recibida para participar como ponente en la mesa de orquestas y agrupaciones musicales, creo que viene dada por las singularidades que se reúnen en las actividades del quinteto de cuerda “Diego de Araciel” del que formo parte.
Éstas son, en primer lugar, la recuperación e interpretación posiblemente por primera vez en España, de dos quintetos de cuerda del compositor Diego de Araciel al que todos los musicólogos atribuyen un origen extremeño, obras estas con muy buenas cualidades compositivas y de una época (1º tercio del S. XIX) en la que, salvo los 3 cuartetos de Arriaga, el repertorio camerístico español está prácticamente vacío.
La segunda singularidad sería la actividad estable de un grupo profesional de cuerda de alto nivel durante varios años en Extremadura. La iniciativa de crearlo surgió al llegar a mis manos una copia de “Due Quintetti per serenata a due violini, due viole e violoncello” editados por Artaria (Ricordi) a principios del S. XIX y fue su interpretación el primer reto de nuestro grupo, que en un primer momento estaba formado por:
Olga Vilkomirskaia (1º violín) y Mª José Albero (2ª viola) del Conservatorio Superior de Música de Badajoz.
José Esmeralda (2º violín) y Juan Sebastián Solana (1º viola) del Conservatorio Profesional de Cáceres.
Álvaro Campos (Chelo), Catedrático del Conservatorio Superior de Música de Córdoba.
Posteriormente y al ampliar el repertorio, colaborarían con el grupo Alexander Kandelaki (piano), Vitold Patsevich (contrabajo) y Viorel Tudor (Viola).
Muy poco sabemos sobre Diego de Araciel, y todavía está por llegar el investigador que felizmente se interese por él. Los pocos conocimientos que de él he adquirido, como músico que se interesa por el compositor al que interpreta, me hacen creer que se trata de un personaje muy singular.
Muchos musicólogos, empezando por Pedrell, nombran a D. de Araciel e inmediatamente señalan “compositor extremeño” y “establecido en Italia”. Poco más añaden de su vida, nada de su localidad de origen, etc.
Enumeraron algunas de sus obras editadas y no hacen ningún juicio crítico de ellas, lo que hace pensar que no las conocían. Solamente Domingo Prat, en “Diccionario Biográfico-Bibliográfico-Críticos de Guitarras, Guitarristas, Guitarreros” (Buenos Aires 1934), habla que Ricordi publicó “una joya” de “Tre terzetti ad uso di serenata per violino, viola y chitarra”.
El mismo Prat comenta que “nacido en Extremadura, durante su juventud se dedicó, bajo la dirección de un monje, al estudio de la música e instrumentación. Se radicó en Italia”.
José Parada y Barreto, en su “Diccionario Técnico, Histórico y Biográfico de Música” (Madrid 1868), había escrito anteriormente “músico español, nacido en Estremadura (sic.), en donde se dedicó desde su juventud al estudio del violín y del piano bajo la dirección de un monje, de quien aprendió igualmente armonía y composición. Se ignora la época de su nacimiento. Vivió largamente en Italia donde publicó ……”
Antonio Martín Moreno comenta, además, desconocer su posible parentesco con el también poco conocido compositor extremeño del S. XVIII Esteban de Araciel.
Gómez Amat señala que el extremeño “residió en varios lugares de la península italiana, actuando como pianista y violinista”.
La imagen que en un principio me había creado de Araciel era la de un aventajado “niño cantorcico” de alguna capilla extremeña “Coria, Plasencia, Guadalupe, Badajoz” que marchó a probar fortuna a Italia. Pero esta idea cambió al descubrir que Araciel era marqués, y además, diferentes evidencias documentales me hacen llegar a la conclusión de que se trataba de una persona perfectamente integrada en la vida social y artística del Milán de comienzos del S. XIX. Así, aparece no sólo como compositor de obras editadas por Artaria (Ricordi) y Bertruci (“Due quintetti per serenata…”, “48 valses variados para el violín”, “Tre terzetti ad uso di serenata…”, “Seis valses con coda per pianoforte”, duetos, canciones, etc.), sino como intérprete de obras de otros autores y además como dedicatario de composiciones (“….al nobil.m sig.r Marchese Diego de Araciel”, “Dedicato all’egregio dolettante l’illmo sig. Marchese D. Diego de Araciel”, “Dedicato in segno di riconoscenza e stima al nobiliss. Sig.r Marchese Diego de Araciel).
Su origen noble facilitaría mucho las cosas a quien quisiese seguir sus pasos. Así, con poco esfuerzo, he llegado a saber que existen al menos dos marquesados de Araciel: uno napolitano de origen español y otro español. Una visita al Archivo de Simancas podría revelar su localidad de origen.
Las composiciones de Diego de Araciel, al menos estos dos brillantes y elegantes quintetos, tiene las cualidades propias del gusto italianizante de su época:
Melodismo de características “belcantísticas”.
Brillantez, reflejada en su escritura concertante, con alternancia de solos virtuosísticos de gran dificultad (sobre todo para el 1º violín) y en las variaciones, tan de moda en esta época, para mostrar las posibilidades técnicas de los distintos instrumentos.
Teatralidad en sus introducciones y recitativos.
Gracia en los movimientos rápidos y de danza (polonesa, etc.).
Su estilo contrasta con el que Arriaga, con una escritura más clásica formalmente, de tradición centroeuropea y con una factura instrumental más densa.
Para concluir, espero que esta exposición, al igual que los conciertos que nuestro quinteto por Extremadura y toda España, sirvan para despertar el interés por Araciel y su música, se develen todas las incógnitas alrededor de él y se difunda su música digna de oír por méritos propios.
Creo que hemos contribuido de manera muy interesante a enriquecer nuestro patrimonio y vida musical extremeña.