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OFICIOS

   

LAS CULTURAS DEL TRABAJO
UNA APROXIMACIÓN A LOS OFICIOS TRADICIONALES
EN LA COMARCA DE LAS TORRES

Paloma Sánchez Miguélez
Antropóloga social

Introducción

Desde las referencias que ofrecemos en esta investigación, se busca una aproximación a los distintos oficios que se han venido desarrollando en la comarca de Las Torres preferentemente en el siglo pasado.

Nuestra perspectiva de análisis parte de la consideración antropológica de las actividades humanas, entendidas como actos culturales en los que están presentes todo un conjunto de elementos y circunstancias que se muestran imbricados formando una única realidad sociocultural.

Situándonos en esta posición, el estudio que realizamos considera la totalidad de elementos que configuran dicha realidad, para lo cual no sólo vamos a incidir en lo descriptivo del mundo del trabajo, los aspectos económicos o materiales, sino que la finalidad que se persigue es la de realizar una aproximación a lo estructural, a lo que subyace en los comportamientos y formas de vida. Las finalidades implícitas, que los propios actores a menudo desconocen, son las que nos proporcionan las claves para conocer los procesos mediante los cuales los las sociedades o grupos culturales se transforman, única forma de llegar a profundizar en los significados culturales del cambio social.

Nos referimos por tanto a los oficios, a las viejas formas de economía tradicional, y lo hacemos desde la realidad material, desde su identidad como procesos productivos pero contemplando al tiempo, el oficio como representación de formas de vida. Nos interesa averiguar como los usos y costumbres construidos en torno al oficio han configurado la cultura y formas de pensamiento de otras épocas y han ayudado a establecer las estructuras de nuestra actual civilización.


Los oficios. Aspectos económicos

Las culturas del trabajo que investigamos presentan conexiones muy directas con los diferentes subsistemas del patrón organizativo de las sociedades. Una de ellas se refiere a las relaciones que se establecen con los procesos económicos.

Los antecedentes históricos de la región, han sido un importante referente para situarnos ante la actualidad de sus circunstancias socioculturales y económicas. Así hemos podido observar como dentro de las características comunes del contexto extremeño, en la zona que inspeccionamos podemos encontrar sin embargo particulares identificaciones.

Estas identidades parciales son uno de los aspectos que otorgan interés de este tipo de estudios, al evidenciar como los procesos de cambio que afectan a la transformación global de la región se relacionan con la particular evolución que pueda registrarse en pequeñas localidades como las pertenecientes a la comarca de Las Torres

En el desarrollo de nuestra exploración aparece una relación y análisis de los oficios más comunes desarrollados en la zona en el pasado siglo. Muy conocidos algunos, como el trabajo de los carpinteros, herreros, pastores , sastres o pregoneros, mientras que otros, menos divulgados, han pasado casi inadvertidos. Entre estos últimos podríamos citar los oficios de manijero, recovero, garrotero, compresista, aperaor o pielero.

En casi todas estas ocupaciones, la mayor parte ya extinguidas, nos encontramos con unidades de explotación doméstica, formas de economía elemental, actividades que siendo características de las zonas rurales en sus momentos de economía cerrada, han llegado hasta nosotros debido fundamentalmente a un estancamiento socio-económico de las zonas rurales.

Algunos de estos trabajos, forman hoy parte del interés arqueológico, siendo la pérdida de los usos y funciones tradicionales, una de las causas que los ha hecho desaparecer del actual panorama económico. En la comarca de Las Torres, escasamente se mantienen los viejos oficios, que han derivado en su mayoría hacia nuevas formas de actividad laboral, una de las circunstancias que han influido en la ruptura de la cadena generacional laboral.

Esta parcela del mundo del trabajo, salvo connotaciones específicas, sigue las pautas de transformación que son características de la sociedad de la globalización y que podemos observar en cualquier otro entorno rural. Nos encontramos así con el éxodo de las gentes del pueblo hacia las ciudades en busca de una oportunidad laboral, circunstancia que aunque suponga una mejora de las condiciones de vida individuales, trae consigo consecuencias menos favorables como la desarticulación sociocultural de los pueblos.

 


Aspectos ideosimbólicos

Pese a la importancia del análisis de los aspectos materiales y observables, los estudios de las formas de vida, solo adquieren sentido cuando se conectan con la dimensión simbólica, con las estructuras no visibles, ya que son estas las que dirigen las acciones.

Cada especialidad laboral conlleva determinadas experiencias cotidianas que se ven representadas en las costumbres y comportamientos de los protagonistas de cada uno de los diferentes oficios. Las formas de llevar a cabo el trabajo participan en la construcción de patrones cognitivos y a la vez los trabajadores proyectan sobre el trabajo que realizan sus propios modelos de pensamiento.

Todos los vestigios de cultura material que deben su existencia a los diferentes oficios artesanales, se han ido configurando como creaciones expresivas, que poseen una determinada significatividad. Por una parte, y debido al utilitarismo del fruto del trabajo al que se asigna una proyección social y cultural, encontramos los significados cotidianos. Otra dimensión de esta significatividad se muestra al observar como muchas de las actividades laborales están ligadas a lo simbólico, al ritual, a la celebración o cualquier otro aspecto que pueda resultar relevante para la comunidad.

 


Lo sociocultural

El mundo del trabajo en el que nos hemos introducido, sirve para organizar una gran parte del entramado de las interrelaciones de la comunidad, lo que nos sitúa ante la importancia de lo social. Así, podemos observar como, en las sociedades en las que encontramos nuestro objeto de estudio, pequeñas comunidades, que han sido fundamentalmente rurales, aunque exista cierta homogeneidad e igualitarismo aparecen diferencias socioculturales locales que parten de los sistemas de estratificación social.

Analizando el campo profesional de los oficios conocemos la existencia de especialidades de gran consideración, mientras que otras son escasamente valoradas socialmente. En lo que respecta a las relaciones de producción aparece también lo cultural ya que las culturas de cada gremio difieren de las de los otros y surgen diferencias incluso dentro del propio oficio.

Otra desigualdad, aparece relacionada con los roles de género, ya que el acceso a las actividades artesanales o laborales en general, no es el mismo para todos los miembros de la comunidad. La biología sirvió de base para la construcción cultural de los géneros y con ello la determinación de los roles correspondientes a cada uno de ellos. Estos roles reconocidos como algo natural otorgaban al trabajo femenino el carácter de complementariedad, desempeñando así la mujer tan sólo trabajos de tipo cooperativo. Esta variable que aparece en los oficios tradicionales, afianza las diferencias entre hombres y mujeres, estableciéndose así una asimetría que sitúa a la mujer bajo el dominio masculino.

 


Desarrollo y activación de lo patrimonial

Todo este conjunto de aspectos que analizamos conectado con el estudio global que se presenta, enlaza con la puesta en valor, a través de las acciones de desarrollo territorial, de lo que se consideran bienes patrimoniales.

Dado que las actividades relacionadas con los oficios tradicionales son una parte representativa del patrimonio cultural, nuestro estudio trata de poner de manifiesto que cualquiera de estos bienes, más allá de su materialidad, están ligados a “sus circunstancias”, a como viven, como piensan y porqué hacen las cosas las personas y por ello, los objetivos de las políticas deben orientarse a que la activación patrimonial se realice desde el conocimiento de los referentes significativos de la cultura de la comarca, compatibilizando las propuestas de cambio con los valores existentes.

Esta activación del patrimonio no ha de relacionarse tan sólo con el desarrollo económico, que nunca debemos confundir con el desarrollo cultural, al igual que tampoco deben importarse modelos de desarrollo ajenos a los significados culturales del entorno si se pretende realmente el mantenimiento de esa identidad.

Es por esto, que la transformación debe ser integral, y partiendo del conocimiento antropológico de la realidad simbólica, no debe jamás distorsionar las peculiaridades y los significados socioculturales propios de un contexto cultural que como en el caso de la comarca de Las Torres pueden presentarse tan valiosos y variados. De esta forma el patrimonio podrá constituirse en un verdadero factor de dinamización de la propia sociedad y trazar así el camino para lograr la satisfacción colectiva.

 


Los oficios de la zona

La descripción etnográfica nos presenta como elementos comunes la coincidencia de muchas de las actividades desarrolladas en la zona así como las circunstancias laborales que las acompañan

Como ejemplo de algunas de ellas podemos aludir a la jornada laboral que podía oscilar entre las 8 o 10 horas, en los trabajos de taller, y en algunos casos, como ocurre en el trabajo de los pastores, podía cubrir la ocupación de toda la jornada incluido el periodo nocturno, “de día pastor, de noche perro” nos refieren, haciendo alusión a la necesidad de guardar las ovejas por la noche del acoso de los lobos. El tiempo de ocio era escaso y la actividad podía extenderse a domingos y festivos.

Los oficios más comunes desarrollados en la zona en el pasado siglo se relacionan con la actividad agrícola y ganadera y las derivadas de la elaboración de productos para la alimentación, sin olvidar aquellos que poseían una utilidad básica y funcional para el aprovisionamiento de los útiles y mobiliario doméstico. Como muestra de algunos de ellas presentamos esta clasificación.

RELACIÓN DE OFICIOS TRADICIONALES REGISTRADOS

ACTIVIDAD

OFICIOS

 Agrícola

Ø     Los directamente relacionados con las faenas del campo: labranza, siembra, siega, cosecha etc. como extripadores de uva, trillador, carrero, capatáz, segador, vaquero, aparcero, guarda, mayoral, temporeros

Ø     Construcción de aperos de labranza como arados, carros, monturas de bestias, alforjas y bozales…

Ø     Los derivados de la actividad agrícola referentes a la transformación de los productos del campo en artículos destinados a al alimentación como: elaboración de aceites o de harinas: molineros, panaderos, lecheros, matarifes, vinateros, colmeneros o queseros, horneros fruteros, vinateros

Ganadera

Ø     Entre los directamente relacionados, nos encontramos con: capataces, encargados, cabreros, porqueros, pastores, peladores de burros, capadores, vaqueros, yunteros, esquiladores, manijeros, garroteros, mamporreros, pellejeros o pieleros, veterinarios, tratantes de ganado. (para cría o sacrificio) Algunos de ellos son itinerantes

Ø     Los derivados de estas y de las anteriores actividades. Comerciantes o fabricantes de productos alimenticios elaborados, actuando como agentes de la propia producción o como intermediarios de otros. Lecheros, queseros, matarifes o matachines, carniceros

Minería

Ø      Mineros, facultativos, administradores, maquinistas, capataces, prospectores, compresistas, barreneros

Construcción

Ø     Albañiles, diferenciándose entre: oficiales, peones y con especialización en labores de esgrafiados; ladrilleros, tejeros, barreneros, caleros, pintores, encaladores o encofradores

Industrias, artesanía y comercio

Ø      Tejedurías:

  • Hilaturas en general tejeduría, fundamentalmente de mantas y paños con utilidad doméstica. Cardadores. Confección: sastres, modistas y costureras o bordadoras. Mimbreros, cesteros y esparteros, silleros, albarderos

Ø      Madera:

  • Carpinteros: de taller, de hacha o de armar torneros, barnizadores y ebanistas (las élites de los obreros de la madera) aperaores, silleros

Ø      Forja y herrería cerrajero, herrador, herrero

Ø      Cueros Zapateros, guarnicioneros, talabarteros

Ø      Piedra, canteros o pedreros, picadores,. Barreneros

Ø      Comercio estanquero, tendero,

 Religiosidad

Ø     Enterradores o sepultureros, sacristanes o campaneros, plañideras

 Salud

Ø     Curanderos, componedores, boticarios, comadronas, practicantes

 Hostelería

 Ø     Tabernero, patrones de pensiones o albergues, camareros, cocineras

Servicios generales

Ø     Barberos y peluqueros, criadas, lavanderas, limpiabotas, acarreadores, fontaneros, electricistas, taxistas, estanqueros

 Actividades artísticas

Ø     Músicos ambulantes, acordeonistas, tamborileros, constructores de instrumentos para uso propio y para colectivos (zambombas, panderetas, pitos...)

 Servicios comunitarios oficiales

Ø    Funcionarios empleados del municipio, escribientes basureros, pregoneros, telefonistas, barrenderos, carteros, alguaciles, peones camineros.

 Itinerantes

Ø     Vendedores ambulantes, cacharreros, traperos, pieleros, copleros, afiladores, estañadores, laneros

 Otros oficios

Ø     Apicultores, Carboneros o piconeros, recoveros, prestamistas, contrabandistas, leñeros.


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