En realidad, no
debe desaparecer, porque como en todas las culturas, es uno de los ritos
de iniciación, del paso de la niñez a la madurez, la entrada en el mundo
de los adultos, con todo lo que conlleva, independencia, toma de
decisiones, autosuficiencia, etc. Ellos mismos son conscientes
Si nos ponemos a
analizar la parte del ritual que se refiere única y exclusivamente al
servicio militar, podremos comprobar que prácticamente nada a excepción de
las canciones con esta temática específica, esas expresivas canciones de
protesta, de nostalgia, de despedida, de incertidumbre ante una vuelta
incierta. El resto corresponde a esos ritos iniciáticos a los que nos
hemos referido en el párrafo anterior, independientemente de que exista un
servicio militar obligatorio o no.
En las zonas rurales el
hombre, desde su niñez, vivía en armonía con la naturaleza, Majada Neila,
lo explica muy bien:
“El muchacho
extremeño gozaba de una inmediatez con la naturaleza y con la vida.
Distinguía las clases de pájaros por sus nidos, por sus huevos, por sus
trinos. Desde niño estaba familiarizado con los procesos de la
fertilidad y del desarrollo. Había visto nacer a los niños en su
vecindario o en su humilde casa, quizás chozo y había contemplado la
muerte y la sepultura de sus abuelos en las entrañas mismas de la
tierra”
Cuando ya debía empezar
a cambiar su vida para iniciarse en el mundo de los adultos, debía pasar
por una serie de pruebas que son las que llevamos viviendo siempre como
propias de los quintos, sin embargo como vemos aquí y como estamos
insistiendo estas pruebas eran las que demostraban que el niño entraba
glorioso en el mundo de los mayores, que se hacía hombre, o mujer, pero
más en este caso, hombre. Este tipo de pruebas fueron las que utilizaron y
adoptaron los poderes públicos para hacer “normal”lo que no lo era de
ninguna manera, la separación de sus padres, de sus amigos, de sus novias,
de su entorno. Aunque no se tuviera que ir a hacer la guerra, ni al
servicio militar..., de igual modo hubiera ido a coger su encina para
quemarla el día de Nochebuena, en el cambio del equinoccio de otoño al
solsticio de invierno; hubiera criado su gallo para demostrar a todos que
era capaz de matarlo a golpes y además comérselo luego con los que también
se hacían hombres como él, invitando, ante el beneplácito de todos, a la
que sería su pareja. De igual modo, en otro deseo de demostrar su hombría
y galantear con las mozas correría las cintas, e intentaría intercambiarse
el mayor número posible de cintas y bandas con las niñas amigas, recién
convertidas en mujeres, para poderlas luego pasear en su caballo. ¡Aunque
no se tuviera que ir a la guerra!
Una vez hecho este
panegírico podemos seguir con todo el ritual de los quintos en la zona que
estamos estudiando. El término quinto viene de la época en la que de cada
cinco se elegía uno.
La época de los quintos
comenzaba justo después de los Santos. Había uno o dos tallajes al año.
Las fiestas de los
quintos son espectaculares, aún cambiando en los distintos pueblos, sin
embargo es una explosión de alegría, más ahora que no implica el tener
que marchar. De todos modos, según nos han explicado los informantes de
distintas generaciones, había momentos de gran alegría muy similares a los
de ahora y otros de tristeza cuando se sabía el destino y en el momento de
la marcha.
¿CUÁL ERA LA SITUACIÓN
DEL JOVEN ANTES DE SER QUINTO?
Era considerado un
niño, y por lo tanto:
-
No podía fumar
delante de su padre ni de su abuelo.
-
Debía salir del bar o
de la taberna, si entraba su padre.
-
Podía bailar y
rondar, pero no poner “el ramo” a la novia.
-
Podía cuidar de sus
hermanas y primas en la calle y en el baile, pero no podía entrar en
casa de su novia.
-
No podía llevarla en
su caballo.
-
Repicaba las campanas
(los niños las tocaban) pero ni unos ni otros las volteaban, los mozos
mayores sí.
-
Acudía a las ferias
junto a su padre y cuidaba del ganado, pero nunca cerraba un trato ni
terciaba en el trato efectuado por otros.
-
Podía apadrinar a un
niño, pero nunca era padrino de una boda.
Y ENTONCES ¿QUÉ
SIGNIFICABA EL LLEGAR A SER QUINTO?
“La quinta venía a ser un segundo nacimiento, por el cual del útero,
cuasi marsupial, de la familia el mozuelo salía a la madurez y a la luz
pública de la vida social. ¿qué era un quinto, un quintillo, sino un
recién nacido a la hombría?”[1]
:
“Las quintas han llegado a sistetizar la transición de niños a adultos, a
través de un conjunto de actividades y rituales a lo largo del año, el
grupo de individuos que alcanza la edad de veinte años, es decir el tiempo
de ir a la milicia, toma cuerpo y se consolida como grupo, reduciendo en
los individuos la dependencia familia y fomentando la afiliación y la
adhesión a un grupo masculino y de edad en el amplio marco de la comunidad
como conjunto” |
VÍDEOS
Quintos de Torrequemada
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VÍDEOS
Quintos de Torre de Sª María
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Las innovaciones del
quinto a partir de su quintada:
-
A partir de todos
los Santos salía por las tabernas con sus quintos y compraban la cabra
para comérsela todos juntos.
-
Por única vez y en
unión de toda su quinta iba a arrancar la encina y la quemaba
-
Corría los gallos y
las cintas.
-
Su padre le
permitía fumar el casa y además le ofrecía tabaco.
-
Incluso se le
llevaba por primera vez a un prostíbulo
-
Podía entrar en el
bar y beber alcohol junto con su padre
-
Ponía el ramo en la
ventana de su novia y a partir de ahí podía entrar a verla.
-
Montaba a su novia
en el caballo y se lucía con ella en las carreras de cintas y gallos y
la invitaba a comer la cena de los gallos
-
Corría las cintas
-
Por
única vez sacrificaba y comía el macho cabrío en unión con toda la
quinta
-
Cobraba “el piso” a
los forasteros que se hacían novios de chicas casaderas del pueblo
UNA VEZ QUE
VOLVÍA DE LA GUERRA
o del servicio militar, se incorporaba
totalmente como adulto:
Cumplido el servicio
militar, sus funciones o roles de mozo viejo dentro de la comunidad,
eran ya distintos a los roles de un mozalbete[2]:
-
Relevaba a su padre
en los trabajos de mayor esfuerzo y en algunas gestiones de
responsabilidad (económica, financiera...).
-
Se enrolaba en
asociaciones agropecuarias, gremiales, religiosas y en ellas asumía
responsabilidades concretas.
-
Participaban en la
protección civil y en acciones colectivas de salvamento o de socorro,
a veces con capacidad de iniciativa o de mando, según casos
(incendios, búsqueda de niños perdidos en el campo, organización de
batidas contra lobos, etc).
-
Actuaba de testigo
ante el juez o ante el párroco.
-
Representaba a sus
padres o a su familia en algunas funciones, sobre todo bodas.
-
Asumía el papel del
mozo de novio cuando se casaba algún amigo, al cual papel incumbía el
traslado de reses, el acopio de leña, el transporte de mobiliario
(mesas y sillas) necesario para el banquete de bodas, más cualquier
encargo que los padres del novio le encomendaban. Viajes a la ciudad,
espera, acogida, despedida de invitados forastero en la estación más
cercana, etc.
-
Disponía de cierta
autonomía en su vida, la cual era proporcional a su autonomía
económica: regresar tarde a casa, salir del pueblo con solo avisarlo,
asistir por su cuenta a bodas de amigos o de quintos suyos, patrocinar
como mayordomo alguna fiesta.
-
Para ser un hombre
como su padre era, sólo le faltaba una cosa, el matrimonio, al que
aspiraba muy sinceramente...
RESUMIENDO
Antes de comenzar la
descripción de la fiesta podemos resumir la simbología del ritual en:
-
En “los quintos” se
da un reconocimiento del paso de los jóvenes a la adultez, es pues un
rito de paso y de iniciación de una nueva etapa de la vida, al igual
que todos los ritos iniciáticos que se dan en las diferentes culturas.
-
A menudo se centra
en la demostración de la masculinidad (fuerza, bravura, valor...). El
protagonista es el mozo que obtiene el reconocimiento público de su
nuevo status.
-
Como rito de paso,
éste se realiza en torno a los grupos de edad y género, sin
diferencias de clases sociales.
-
Encontramos
múltiples elementos comunes a otras celebraciones de quintos, sin
embargo siempre están presenten una serie de elementos diferenciadores
que son los que imprimen carácter, los que hacen que el pueblo
considere la suya una particular fiesta y una forma de señalar su
identidad.
|
PARTES DEL RITUAL
DE LOS QUINTOS:
CUANDO EMPIEZA LA
FIESTA
“Cada año
irrumpían los quintos, jaraneros, ruidosos, trasnochadores,
rivalizantes, tremendos. Traían los quintos de cada año ganas de comer
mucho, de beber mucho, de cantar y bailar mucho y de todo lo que se le
pusiese por delante. “Estimulaba a los quintos un secreto afán de
cumplir bien su papel delante de la comunidad, en rivalidad con quintas
anteriores”.[3]
El año de su quinta
marca toda la vida del hombre en la Extremadura rural, “Fulano es quinto
mío...”, “soy de la quinta del 58....”
Cuando empieza todo
el ritual de quintos, ellos son los protagonistas de las fiestas,
quieren ser los más divertidos, los mejores, los que se recuerden como
quinta especial, y a cambio se les permiten una serie de bromas más o
menos pesadas:
Por lo general, lo
que más hacían los quintos era lo que llama Majada Neila “un desorden
sin grave perjuicio”, pero un desorden cuanto más clamoroso y
sorprendente mejor, cambian las cosas de sitio, quitaban las cortinas de
las puertas, tiraban los carros a las charcas, , soltaban el ganado, el
Torreorgaz; por ejemplo, rompían las macetas:
Mocitas de Torreorgaz
A recoger los tiestitos
Que los quintos de este pueblo
Le suelen tirar campitos
Mientras tanto la fiesta comienza así:
-
Construcción de las
panderetas de los quintos, para lo cual se utilizaba una y una
piel de perro. Aún se conserva en Torre de Santa María.
-
La construcción de
la zambomba (que aún se conserva en Torrequemada)
-
La adquisición de
las viandas para comer y beber en la “caída del leño”. Los quintos se
reunían por las tabernas con los familiares y amigos y, juntando el
dinero entre todos iban a Montánchez a por las arrobas de vino y a
Albalá para comprar la cabra que se comerían el día de “la talla”:
“Pobre quinto, pobre quinto
putas las vas a pasar
con el vino de Montánchez
y la cabra de Albalá”
Con respecto a la
comida típica de la cabra nos explica Félix Barroso: “Las fuentes
antiguas nos hablan de que nuestros antepasados lusitanos sacrificaban
gran cantidad de machos cabríuos a un dios semejante a Ares o Marte...”
(Félix
Barroso Gutiérrez: “Tras la huella de la quinta”, en Alminar nº 22,
Ayuntamiento, 1975, s.p (con respecto al macho cabrío).
FRAZER en “La rama
dorada. Magia y religión”.
[4]“ relaciona todo el ritual de los quintos con ramos,
árbol mayo. Enramá, ramos, etc.
La “rama dorada”
alude al conocido pasaje de la Eneida (canto VI) en que la Sibila,
cuando Eneas se encamina a la Mansión de la Muerte, le aconseja que se
provea de una rama de muérdago que le servirá de amuleto contra el peor
de los males, que es la muerte.
Extremadura, pues
presenta bien diferenciadas las siguientes modalidades de esta
vegetación simbólica:
-
árbol mayo”,
“tronco” o “leño” (exclusivo de quintos desde un cierto tiempo. Antes
de ese momento, era propio de los mozos en su paso cada uno.
-
Árbol-mayo pequeño,
plantado a la puerta de la casa.
-
Árbol-mayo” o ramo
paseado en procesión.
-
Enramá o ramo
menor. Después de entrar en quinta.
Al ritual pertenecía
su guarda y en caso necesario, su defensa. Aún respetadas las
diferencias, la comparación es inevitable: parece el equivalente de la
celosa apropiación y dominio, que un animal ejerce de una zona o
territorio frente a otros machos
En el lugar que
estamos estudiando podemos destacar:
-
Por una parte el
ramo o enramá que entrega el quinto a su novia el día en que entra
en quinta. En ninguno de los pueblos lo hemos encontrado, sin embargo
sí encontramos canciones que hacen alusión a ello. Este ramo pequeño o
enramá, pudo saber F. Barroso[5],
que suele ir acompañado de pequeños obsequios, como cintas, una
naranja, una rosca. “El ramo lo suelen llevar ellos y lo cantan ellas.
En muchos sititos aparece una rosca que forma parte de la devota
ofrenda. Esta forma no es exclusiva de los quintos. El ambiente que
envuelve a estos ramos es religioso-festivo”[6].
Estamos de acuerdo con la observación de Majada, ya que éstos son
precisamente los atributos que llevan los tableros, con una gran rosca
con un lazo presidiendo cada tablero”
Con respecto a esto
hay que destacar una canción y compararla con la misma, en el caso de
las Torres la canta un quinto que ha terminado el servicio militar, en
la de Torrejoncillo que recoge Rodilla[7] |
VERSIÓN DE TORREQUEMADA
El vino tinto me
gusta
Y el aguardiente mañana
El día que yo entré en quinta
Puse un ramo en tu ventana
Puse un ramo en tu ventana
De rosas y de claveles
Ahora que estoy cumplido
Te lo pongo de laureles.
VERSIÓN DE TORREJONCILLO
A mí no me gusta el
vino
Ni el aguardiente ni el rón
El día que yo entre en quinta
Pongo un ramo en tu balcón
En el tema que recoge
Rodilla nos explica el quinto y se justifica que no bebe alcohol y
promete un ramo a su novia, cuando entre en quinta. En el caso de las
Torres el militar está cumplido y no solamente pone el primer ramo sino
un segundo cuando vuelve de la milicia.
-
La rama o árbol
mayo, de naranjo que lleva San Sebastián en sus andas, y que se le
pone el 20 de enero. San Sebastián, santo militar, como hemos visto. Y
todos los ramos de gamonita y laurel que llevan también los tableros.
-
El árbol mayo:
Como referencia también a la posesión de la novia. Se conserva una
canción en Albalá y en otros puntos de la comunidad:
A tu puerta sembré un
guindo
Y a tu ventana un cerezo
Por cada guinda un abrazo
Por cada cereza un beso.
-
El árbol o
encina de los quintos: Dominio del quinto sobre la naturaleza y
muestra de su fortaleza y vigor. Quizá, siendo el fuego uno de los
elementos esenciales en la vida del hombre, el hecho de ser capaz de
arrancar un árbol podría ser una de las pruebas iniciáticas para poder
sobrevivir y proteger a su familia, un signo de autosuficiencia.
Majada Neila dice con
respecto a todo ello:
[8]”En un primer origen, el ramo pudo tener, en la
percepción popular, adherencias mágicas, bien de desear para el mozo la
fertilidad de la vegetación que por doquier rodeaba su trabajo y su
vida, bien de desear esa fertilidad a sus trabajos agríciolas sobre esa
misma vegetación. Su paseo procesional por las calles del pueblo
representaba el deseo de que sus beneficios alcanzasen a los habitantes
de aquellas casas por donde el ramo pasaba”
|
“LA CAÍDA DEL
LEÑO, o LA ENCINA, o EL TUERO”.
Es otro de los hechos
y de las épocas más características e importantes para los quintos, en
cada lugar lo hacen de diferente manera:
Es tradicional desde
tiempos inmemoriales que los quintos, durante los domingos
anteriores al día de Nochebuena, se reúnan con los amigos y familiares
de sexo masculino, y “caigan” un leño (normalmente el más grande y más
viejo), propiedad de su familia o comprado, y lo lleve a la plaza de la
Iglesia o a la plaza del ayuntamiento.
Estos leños se traían
antiguamente rodando por todo el campo y después en carros de bueyes.
En la actualidad la
recogida del leño se hace con tractor y después los familiares invitan a
los asistentes con una comida campestre. Por la tarde se recorren los
bares del pueblo cantando rondas y tonadas de quintos.
Antiguamente cada
quinto traía un leño que le era asignado por su abuelo en el momento de
su nacimiento, generalmente era el mejor que tenía. Cuando no había
hacienda podía ser cedido por un familiar o amigo o comprado.
Actualmente por el peligro ecológico que supone el arrancar una encina
por parte de cada uno de los quintos, se ha optado porque se unifique la
fiesta recogiendo uno o dos como máximo, entre todos los quintos y
eligiendo los árboles más deteriorados e incluso muertos.
El día 24 de
Diciembre al atardecer,
en el cambio del equinoccio de otoño, al solsticio de invierno,
yendo
por la carretera de las Torres, según se va pasando por cada pueblo se
ve el inicio del “fuego de los quintos”.
Se
enciende la hoguera, acto en el que participa todo el pueblo, cantando
con almireces y zambombas. Esta noche se dedican a rondar por todo el
pueblo y bares, cantando canciones de rondas, de quintos, satíricas y
burlescas y villancicos.
Pueblos |
Recogida de la
encina |
Quema de la
encina |
Torreorgaz |
8 de diciembre |
24 de diciembre |
Torrequemada |
8 de diciembre |
24 de diciembre |
Torremocha |
15 de agosto |
8 de diciembre |
Valdefuentes |
no hay |
|
Torre de Santa María |
Diciembre (varios
días) |
24 de diciembre |
Albalá |
8 de diciembre |
24 de diciembre |
|
LA PERVIVENCIA DE
LA TRADICIÓN
Es difícil que
desaparezca por iniciativa de los quintos o sus familiares, sin embargo
hay movimientos ecologistas que están en contra, cuando todos sabemos
que nadie mejor que el hombre rural estaba en armonía con la naturaleza,
como hemos visto, y el arrancar encinas y quemarlas viene de tiempos
ancestrales. Seguro que siempre lo que se hizo fue elegir una encina
vieja, eso sí grande, pero vieja, para ir regenerando la dehesa, o campo
de alrededor de los pueblos. Esto nos lo demostró Benito Jiménez, de
Torrequemada, de 78 años, que un día de cogida del tuero, se pasó todo
el tiempo diciendo”esa encina no va a arder, es demasiado joven” y al
rato otra vez y así varias veces. Nos acercamos a preguntarle y volvió a
insistir que era demasiado joven. Ya por comprobar lo que estamos
investigando, a las 6 de la tarde, cuando se iba a encender la hoguera
nos acercamos a verla y, en efecto, no ardía, tardó varios días en
consumirse.
La sabiduría popular
de los mayores es la que nos puede orientar en este tipo de cuestiones,
antes de hacer que se pierdan cuando forman parte de la idiosincrasia de
esta zona. |
NOTAS A PIE DE
PÁGINA
Majada pág. 126
Majada, op. Cit.: Pág. 68-69
Majada, pág. 31
James George Frazer: “La rama dorada. Magia y religión”. Fondo de
Cultura Económica. Edic, XI en España, 1986, p. 154:
“El ramo es un árbol joven y manejable, que se adorna con cintas,
dulces, naranjas y otras frutas” dice un papel, sin pie de
imprenta con fecha de 9 de octubre de 1905 y firmado en
Caminomorisco por Tomás Fonzáles (Barroso Gutiérrez, Félix:
Nuñomoral. La fiesta de San Blas”; Alminar, nº 33, pp. 4-7.
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